6 de enero de 2025
De las rabas y los panchos a los platos gourmet: cuánto cuesta comer en las playas de Pinamar

En los balnearios se ofrecen alternativas que van desde comidas tradicionales hasta cenas especiales y cocina de autor. Además, los vendedores ambulantes recorren la costa con opciones clásicas para almorzar, merendar o picotear, adaptándose a diferentes presupuestos
En un balneario céntrico de Pinamar, el menú ofrece una ensalada con mix de verdes, fruta de estación, queso bocconcini, garrapiñada y miel de maracuyá a $15.000, una pizza de mozzarella a $17.000 y una gaseosa de litro y medio a $2.500. Una docena de empanadas de ternera braseada se encuentra a $24.000, mientras que una picada de mar (fish & chips, rabas y langostinos con panko) cuesta $21.000. Una hamburguesa doble con queso cheddar y bacon tiene un precio de $14.000.
Carlos Laos, Alejandro Bustos y Mike Cameroni -director de cocina, chef ejecutivo y host del lugar, respectivamente- explicaron a este medio: “Nuestra propuesta combina cocina de playa con influencias del Pacífico y platos clásicos como pastas, minutas y ensaladas”. Entre las sugerencias destacan el chaufa de pollo ($22.700) y el de langostinos ($31.000).
En Kota Club de Mar, dirigido por el chef Pedro Demuru, una ensalada César clásica cuesta $20.000, mientras que una pasta rellena de espinaca, ricota y limón con crema está a $22.000.En El Dorado, el risotto de vegetales, pollo y queso parmesano cuesta $23.000, y las costillas de cerdo ahumadas con barbacoa y guarnición tienen un precio de $34.000. Las pastas oscilan entre $10.800 y $15.600. El servicio de mesa se cobra a $2.000. También ofrecen desayunos entre $10.700 y $19.500; un café con emparedado de huevo cuesta $14.000, un tostado simple $7.200 y cada medialuna $1.300.
En tanto, para aquellos turistas que prefieran aprovechar el tiempo al máximo en la arena y opten por comer algo al paso, en Pinamar hay cerca de 300 vendedores ambulantes que poseen el permiso para trabajar en la playa.El sábado salió con un canasto lleno. Mientras tomaba un descanso a metros del cartel de Pinamar, frente a la Avenida Bunge, conversó sobre las dificultades que le provocó el mal tiempo en los primeros días del 2025. “Imaginate, hoy salí a las 8 de la mañana con siete docenas y vendí tres, el clima no ayudó. En un buen día vendo entre 12 y 15 docenas”, contó el vendedor, que reside en Ostende y durante el resto del año se gana la vida con trabajos en electricidad y herrería.
Unos metros más allá, Alejandro (37) estaba parado junto a su puesto rodante de choclos, a la expectativa de la llegada de algún cliente. Los vende a $5.000, es decir, que aumentaron hasta un 150% más que el verano pasado cuando se conseguían entre $2.000 y $3.000 dependiendo la zona.Antes de despedirse, el vendedor hizo su evaluación de la temporada: “Muchos dijeron que los turistas no iban a venir, pero yo veo que hay gente. Los restaurantes están llenos”.
Hay carros que son habituales en las playas de otros destinos de la Costa Atlántica, pero aquí no aparecen: los de los panchos. Fuentes del Municipio explican que en Pinamar no está permitido el rubro, dado que es una forma de cuidar al gastronómico que invirtió y licitó un parador. En los chiringos, los panchos se ofrecen en alrededor de $4.000.Fotos: Pablo Kauffer
COMPARTIR:
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!