1 de junio de 2025
Cinco claves de un conflicto que ya costó USD 100 millones en exportaciones: por qué se demora la pesca del langostino

Cámaras y sindicatos pesqueros se reunieron en Trabajo; solo lograron acordar la formación de una “Mesa Técnica” a la que se sumarán otros gremios. Es la especie que más divisas aporta a la Argentina
He aquí cinco claves del conflicto más importante de un El langostino, en sus distintas formas (colas de langostino y langostino entero, fresco o congelado, por tamaño: L1, L2 o L3) es la especie del Mar Argentino que más se exporta: aporta entre 1.000 y 1.200 millones de dólares por año, cerca de la mitad de las exportaciones del sector.
El langostino “entero congelado”, que buques congeladores pescan y congelan en cajas de dos kilos listas para exportar, representa cerca del 60% de las exportaciones de langostino y un cuarto de las exportaciones totales de la pesca. El resto de la captura se hace en buques “fresqueros” y se procesa en frigoríficos pesqueros en tierra.El jueves último se reunieron en la cartera laboral representantes de las 3 cámaras que agrupan a las empresas del sector (Capeca, Capip y CEPA) y dos sindicatos de marinería: SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos) y Simape (Sindicato Marítimo de Pescadores, que agrupa a la marinería que trabaja en el puerto de Mar del Plata). La “cadena langostinera” abarca unos 46.000 empleos directos. La reunión estuvo encabezada por la subsecretaria de Trabajo, Claudia Testa, pero no hubo acuerdo: SOMU y Simape no aceptan la propuesta empresaria de reducir 30% los “premios de producción”, que constituyen el grueso del ingreso de los marineros. Las empresas dicen que en las condiciones actuales pierden dinero en cada “marea” (salida de pesca, que entre inicio y regreso a puerto insume entre 8 y 10 días). Desde el 17 de marzo, cuando se abrió la temporada, que inicialmente se hace en áreas limitadas y de menor productividad, hay 113 barcos congeladores y fresqueros amarrados en los puertos. Estiman que desde entonces se perdieron entre 10.000 y 20.000 toneladas de captura, equivalentes a entre 50 a 100 millones de dólares de exportaciones, amén de aportes al fisco e ingresos de los trabajadores. La novedad de la reunión fue que SOMU y Simape pidieron que de la “Mesa Técnica” participen también los gremios de maquinistas y patrones y capitanes, que completan la tripulación de un buque. Alegan que los “ítems de producción” que pagan a los marineros se basan en un acuerdo de 2005, cuando el precio internacional del langostino era de USD 12 el kilo, pero ahora es de USD 5 el kilo y que los costos laborales, que históricamente promediaron el 30% del costo por “marea”, subieron al 60%, lo que hace que las empresas pierdan dinero. Las Cámaras pesqueras pidieron a Trabajo reducir en 30% los costos laborales mediante la incorporación del sueldo básico a la producción durante la temporada de pesca (5 a 7 meses), amén de modificar el cálculo del aguinaldo y la incapacidad laboral temporal. Dicen que “readecuar” partes del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT) vigente permitiría recuperar competitividad, sin necesidad de tener que negociar uno nuevo. Lo más importante, subrayan, es ajustar el premio por producción, vinculado a un precio del langostino de USD 12, cuando hoy es de USD 5 el kilo.Por percentil de ingresos, dice el documento, se trata de trabajadores ubicados en el 5% superior de la pirámide de ingresos de la Argentina, resultado –enfatiza- “de un promedio de entre 5 y 7 meses de trabajo efectivo anual”.
Tanto el SOMU, encabezado por Raúl Durdos, ligado a los Moyano, como el Simape, encabezado por Raúl Trueba, que representa a la marinería marplatense, acusan a las empresas de buscar extorsionar a gremios y trabajadores.Según el SOMU, no se conoce ningún balance de empresas pesqueras que justifique la presunta crisis. Si pierden dinero, han llegado a decir los gremios,¿por qué las empresas no inician un procedimiento preventivo de crisis?
La pesca de langostino “en aguas nacionales” iniciada el 17 de marzo pasado excluye las áreas de “veda de juveniles de merluza”.
La temporada de mayor captura generalmente comienza a fines de mayo. Antes debe hacerse una “prospección” para que el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) evalúe el estado de la “biomasa”, fije áreas de exclusión y límites de captura.Solo dos buques privados se ofrecieron para la prospección, con lo cual esta no puede realizarse. La temporada fuerte en “aguas nacionales” se demorará, en el mejor de los casos, un par de semanas más, si es que se reúnen al menos cuatro buques para hacerla y cámaras y sindicatos logran, en la Mesa Técnica encabezada por la Secretaría de Trabajo, un acuerdo que permita empezar la campaña de la especie pesquera que más dólares aporta a la Argentina.
Las apuestas son cada vez más altas, y el tiempo, cada vez más limitado.
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