24 de julio de 2024
El escándalo en Argentina-Marruecos es una muy mala señal para el fútbol y para el deporte olímpico
:quality(85)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/infobae/ORTGQEA5VHKP52YNE26DKUVNWM.jpg.jpg)
Todo lo ocurrido en el debut de la Albiceleste es un llamado de atención en el inicio de estos Juegos. A los ya advertidos problemas con el VAR, se sumó la relación muy particular entre la FIFA y el COI
Se les escapó mal una situación como ésta que debería tener alguna consecuencia interna. Quizá no se haga pública respecto de los marroquíes, no del público en sí, ni tampoco una cuestión de Estado. Pero sí de decir ‘¿che, muchachos, qué está pasando con esto? ¿Qué pasa?’. No puede ser así. Y además, esto es un prejuicio si se quiere: difícilmente esto sucedería en otro contexto que no sea un partido de fútbol en una relación muy particular como la que tiene la FIFA con el Comité Olímpico Internacional. Es una relación inestable, con derechos adquiridos, como por ejemplo tener 16 equipos compitiendo, cosa que no pasa con la mayoría de deportes colectivos, que son 12.
¿Y el procedimiento del árbitro? ¡Es asombroso! Que no haya procedido en ese momento y optar por ingresar en ese período de incertidumbre que parecía eterno. El mismo árbitro asumió que había una anomalía que hizo que todos salgan corriendo de la cancha y que no haya dado por terminado el partido. Ni siquiera se hubiera cobrado el gol. Es muy, muy extraño, la verdad. Infrecuente. Y es una muy mala señal, no solo para el fútbol, sino también para un Juego Olímpico. Tampoco debemos prejuzgar que hay cosas que se permiten en el fútbol y no en otros deportes. Pero la verdad es que en el 95% de los deportes en estos Juegos Olímpicos algo así no sucedería ni de casualidad.
COMPARTIR:
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!