8 de febrero de 2025
La Argentina se está despoblando: en 2023 nació un 40% menos de niños que hace una década

La tasa de fecundidad cae fuertemente desde 2014 y está muy por debajo del nivel necesario para mantener estable la población. Se cierran maternidades y jardines de infantes, pero el tema no inquieta a los políticos. Algunos incluso lo celebran y se congratulan por las políticas antinatalistas
“Por debajo de ese límite de reemplazo generacional (2,1 hijos por mujer) -dice Del Río- un país o región se va despoblando. Eso es lo que viene sucediendo ininterrumpidamente en todos los distritos y, consecuentemente, también a nivel país”.
Curiosamente, en una Nación que alguna vez tuvo como lema o como ambición “Poblar la Patagonia”, es en las provincias patagónicas donde más cayó la tasa de fecundidad. Como señala Mónica del Río, “la caída en el número de hijos por mujer entre 2014 y 2023 la encabeza Tierra del Fuego (61%), seguida por Santa Cruz (56%) y Chubut (49%)” lo que da una tasa de fecundidad global para las dos primeras provincias -las más australes del país- es de 1, “mientras que en Chubut -al igual que en la ciudad de Buenos Aires- la tasa es de 1,1 hijos por mujer”.La pregunta que surge es qué pasó en 2014 para que se diera esa inflexión tan marcada de la curva. “En realidad pasaron cosas incluso antes de 2014″, responde Del Río a la consulta de Infobae. “En 2012 el fallo F.A.L., que introdujo el concepto de aborto como derecho; en 2013, la incorporación del implante subdérmico y el SIU (sistema intrauterino que libera hormonas), o sea, contraconceptivos de larga duración, a la canasta de anticonceptivos gratuitos, y en 2014 se comienzan a distribuir a todo el país con el Remediar”.
Pero, como bien señala también Del Río, la llegada del macrismo al gobierno no modificó estas políticas.Lo que hace la resolución en realidad es sobreinterpretar el Código, para habilitar a menores de 13 a 16 a utilizar contracepción de larga duración sin autorización de los padres, declarando que no se trata de procedimientos invasivos ni riesgosos.
“En 2017, En 2019, se fijó un nuevo protocolo de aborto no punible que habilitaba esta práctica con la sola declaración jurada de la mujer que afirmaba haber sido víctima de una violación o correr algún riesgo de salud. Nótese que el protocolo no hablaba de “riesgo de vida de la madre”, sino de “riesgo de salud” y aclaraba que se entendida ésta de modo integral, es decir salud física, mental y social.“El confinamiento por la pandemia de Covid frenó levemente el descenso de la natalidad; siguió cayendo pero a un ritmo menor y esto seguramente se debió a que, por causa del encierro, no hubo tanta disponibilidad de anticonceptivos”, dice Del Río.
Aunque la baja de la natalidad es una tendencia instalada hace tiempo, recién ahora se hacen visibles algunas de sus consecuencias, como el cierre de maternidades y de jardines maternales. Pronto se desplomará la matrícula de los primeros grados de la escuela.Y advierte: “Limitar la ideología de género está bien. Pero una caída de la natalidad como la que padece Argentina no se revierte sin un plan integral de promoción de la familia. Las políticas públicas de la última década se abocaron, eficientemente, a reducir la población”.
En la Cámara de Diputados hay una Comisión de Población y Desarrollo Humano que durante el año pasado hizo reuniones informativas a las que convocaron a funcionarios, representantes de ONG y de organismos internacionales. Uno de esos encuentros, en julio del año pasado, versó sobre el tema de la caída de la natalidad (las reuniones se filman y están disponibles en internet).
Primero, los presentes escucharon de boca de un funcionario, Mariano Fagalde, director nacional de Población del Renaper (Registro Nacional de las Personas), los datos de la baja tasa de fecundidad que, combinada con el alargamiento de la expectativa de vida, da por resultado un envejecimiento de la población. El Renaper puede medir esta cifra casi en tiempo real, a diferencia de lo que sucede con Salud. El registro civil tiene oficinas a lo largo y ancho del país y envía los datos de nacimientos y defunciones, entre otros.Según explicó, en el Renaper se ha perfeccionado mucho el tratamiento de esos datos, lo cual debería ser de enorme utilidad para los funcionarios de todos los niveles, municipal, provincial y nacional, siempre que tengan vocación de diseñar políticas al servicio de la gente, claro. Lo que no siempre es el caso.
El problema es que, a partir del 2040, habrá demasiada gente dependiente del sistema (niños y ancianos) y pocos aportantes. Mera admitió que había dos alertas: el envejecimiento poblacional y que habrá cada vez menos niños.
Otra expositora fue Mariana Isasi, directora para Argentina del Fondo de Población de la ONU, que más parece una agencia de des-población, porque nació en los años 60 cómo respuesta a los pronósticos sobre el estallido de una bomba demográfica que nunca explotó. Sin embargo el Fondo se creó y no tiene otra función más que promover el control de la natalidad -ahora llamada Salud sexual y reproductiva-.
También admitió que un “hito fundamental” que permitió que la Argentina redujera la fertilidad adolescente (vale recordar que consideran adolescente hasta los 19 años) fue el plan ENIA
Sucede que Mayoraz fue el único legislador que manifestó alguna preocupación estratégica frente al derrumbe de la natalidad y las consecuencias que podría tener.
En su intervención, reconoció que el envejecimiento de la población no es un problema sino un logro, como había afirmado el funcionario del Renaper, pero de inmediato aclaró: “Es un logro si hablamos de expectativa de vida. Pero el envejecimiento poblacional sí es un problema. Estamos ante un grave problema en Argentina, porque cuando se llegue a esos niveles de dependencia [de la población pasiva respecto de la activa] no serán fáciles de revertir”.“Siempre entendí que territorio, población y gobierno eran los elementos fundamentales de un Estado y que es de importancia estratégica sostenerlos y hacerlos crecer”, dijo Mayoraz, que también lamentó que “las políticas públicas de los últimos años no hayan prestado atención” a este tema. “No comparto la posición del UNFPA, de la ONU, para nosotros el aborto es un crimen y creo que ha impactado enormemente en esto, aunque todavía no se conozcan los números”, agregó.
De inmediato le salió al cruce el diputado Alejandro Vilca, de Jujuy, indignado por el hecho de que “el diputado Mayoraz no reconozca el derecho de las mujeres conquistado en la calle”. Y a continuación reivindicó la ESI, el plan ENIA, etcétera.En su intervención, confirmó la subordinación a las políticas fijadas por la burocracia de la ONU: “Es importante poner en valor que los organismos de la ONU son la vocería de esos principios que hemos construido todos como sociedad”. Luego exaltó la pluralidad de la reunión -había kirchneristas, radicales, izquierda y oficialismo. Acababa de cuestionar el pensamiento de Mayoraz, pero aseguró que era “fundamental no alejarse de los principios internacionales, pero en un marco de respeto, de pluralidad ideológica, nos podemos decir por qué sostenemos nuestras posiciones”.
Es bastante inquietante que en un país del tamaño de la Argentina con relativamente poca población pero con muchos recursos naturales, la demografía no sea un tema de Estado y que se deje el diseño de las políticas en manos de organizaciones supranacionales.
Y luego señalan: “En 2019, se estimó que en Argentina se destinaban 140 millones de dólares a la atención del embarazo en la adolescencia, que podrían haber sido reinvertidos en su prevención”.
La vida humana es cara; evitarla es un ahorro de recursos.
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