17 de mayo de 2025
Inundaciones: el desastre climático de alto impacto económico más recurrente de la historia argentina

Se trata de la adversidad que más pérdidas produce en el territorio nacional. En promedio histórico, el Banco Mundial la estimó en USD 1.400 millones al año. Primeras reacciones del campo
El Banco Mundial actualizó en 2022 su estimación del daño por inundaciones en la Argentina, cuando lo elevó a Paradójicamente, lo que hoy es claramente un desastre climático se presenta como un indicio favorable sobre el desarrollo de la “campaña fina” 2025/2026. Estudios y mediciones de la Bolsa de Comercio de Rosario apuntan a una situación en que el fenómeno climático de “El Niño”, del lado del Pacífico, muestra neutralidad, con lo que “agua va a haber hasta octubre, incluso algo por sobre lo normal”.
Son factores positivos, en especial para el trigo, cultivo al que el clima permitiría llegar muy bien a la primavera, un período clave, y con menos chances de heladas tardías al final de la campaña. Un informe de la bolsa rosarina señaló buenos rindes de la “soja de segunda” de la campaña 2024/2025, “márgenes trigo/soja competitivos en relación a la soja de primera” y aumento de la superficie sembrada respecto de 2024.
Claro que lo que es bueno para mantener húmeda a la Pampa Húmeda, evitar sequías y tener buenos rindes no es necesariamente bueno como pronóstico general. Con mayores temperaturas, los eventos climáticos extremos se vuelven más frecuentes y dañinos.Cabe recordar que además de las inundaciones bonaerenses se activó un aviso naranja por nevadas que afectará a la cordillera de Neuquén. “El área será afectada por nevadas fuertes y persistentes. Se esperan valores de nieve acumulada entre 40 y 60 centímetros, pudiendo ser superados en forma puntual. En las zonas más altas, la situación puede estar acompañada de reducción de visibilidad por viento blanco. No se descartan lluvias en las zonas mas bajas”, detalló un informe, que incluye las zonas cordilleranas de Aluminé, Chos Malal, Loncopué, Minas, Picunches, Ñorquin.
En tanto, hay zonas con alerta amarilla por vientos: sur de Córdoba, San Luis, La Pampa, San Juan, Mendoza, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, junto con las cordilleras que cruzan el territorio de La Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy.Además de la trágica inundación de Bahía Blanca, a principios de marzo pasado, una de las mayores inundaciones de las últimas décadas ocurrió entre 1991 y 1992, en la Mesopotamia, a raíz del fenómeno que los expertos llaman ENSO (por “El Niño Southern Oscilation”). Generó unos USD 905 millones de entonces (unos USD 1.600 millones de hoy) en daños económico y alcanzó centros urbanos a lo largo del río Paraná y las provincias del norte.Según el Banco Mundial, la Argentina respondió históricamente a las inundaciones con “infraestructuras grises tradicionales, como canales de drenaje revestidos y defensas de concreto, para disminuir la probabilidad de inundaciones”, obras implementadas principalmente a nivel municipal, “sin una coordinación adecuada entre las áreas aguas arriba y aguas abajo, lo que limita la eficacia de la mitigación integral del riesgo”. Además, dijo el organismo, esas políticas se centraron “en reducir la exposición a los peligros, dejando de lado aspectos clave como la planificación espacial y la disminución de la vulnerabilidad de las comunidades”.
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