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18 de mayo de 2025

Iba a comprar una casa y lo mataron: cayó un tercer sospechoso del homicidio de un panadero en Morón

Esteban Freire fue asesinado, a principios de abril, durante un robo frente a su familia. Los investigadores, además, hallaron uno de los vehículos utilizado en el hecho

>Un tercer sospechoso fue detenido en las últimas horas por el crimen de Esteban Freire, Se trata de un hombre de 35 años, identificado como Gastón Alexis Godoy, cuya fisonomía se corresponde a la de uno de los hombres que fue registrado por las cámaras de seguridad ubicadas en los alrededores de la vivienda de Maza al 1700, en el primer piso de la panadería propiedad de la víctima.

Godoy, quien fue señalado por la investigación como uno de los hombres que entró a la casa del panadero, se había refugiado en la casa de su madre, en Merlo, hasta donde llegaron agentes de la PFA para arrestarlo. En el allanamiento a la vivienda, los uniformados también secuestraron el Fiat Uno negro en el cual los delincuentes llegaron a la escena.

Godoy fue puesto disposición del fiscal Pablo Masferrer, titular de la UFI Nº2 de Morón, indagó al imputado, que se negó a declarar y quedó detenido bajo cargos de robo agravado por el uso de arma de fuego con homicidio resultante, indicó Primer Plano Online.

Luciano Catanzaro, propietario de una granja de pollos ubicada a metros de la panadería propiedad de Freire, y Luciano José Íbalo, dueño de verdulerías en la zona, fueron los dos primeros sospechosos detenidos.

En el caso de Catanzaro, se cree que actuó como entregador, debido a que conocía los movimientos comerciales de la víctima. En tanto que Íbalo habría prestado la logística -puso una camioneta al servicio de los asesinos- para el golpe.

La principal hipótesis que sostienen los investigadores es que Catanzaro vendió el dato por una deuda que tenía a Íbalo, un hombre con antecedentes por robo. El verdulero, de esta manera, fue quien planificó el asalto y contactó a los tres atacantes que entraron a su casa por la madrugada, a través de una vivienda lindera y con la ayuda de una escalera. Uno de ellos, según el expediente, era Godoy, quien fue fotografiado con las mismas zapatillas que usó en el hecho.

Más tarde se supo que Freire estaba por comprar una propiedad y guardaba ese capital en su domicilio. Incluso, ya la había señado. De esta manera, los asesinos se llevaron 130 mil dólares y 10 millones de pesos en una pequeña caja fuerte.

De acuerdo a la médica forense a cargo de la autopsia, el comerciante murió a causa de una hemorragia interna provocada por un hemopericardio traumático, producto de un proyectil de arma de fuego.

Portillo declaró en el hospital tras la fuerte paliza a la que fue sometida y que presenciaron sus dos hijos adolescentes.

No pudo ver cómo se movían los tres hombres que habían entrado a su casa, porque las luces estaban apagadas, pero escuchó que uno de ellos le pidió a sus cómplices que vayan por la caja fuerte.

Se arrastró, entonces, a la habitación de su hijo menor y le pidió que llamara a una ambulancia. Luego, se dirigió al baño. Era el único lugar de la casa con la luz encendida. En ese momento, lo vio a su esposo desmayado en el suelo.

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