28 de mayo de 2025
Hallan una molécula que permitiría diagnosticar precozmente la enfermedad renal crónica

Esta patología suele empeorar lentamente sin síntomas. Ahora, investigadores de Canadá identificaron un biomarcador que podría reflejar el estado de capilares que filtran desechos y oxigenan el órgano. Los detalles
La investigación fue El descubrimiento fue liderado por las profesoras de medicina Marie-Josée Hébert y Héloïse Cardinal, junto al investigador Francis Migneault, todos miembros del CRCHUM y de la Universidad de Montreal. Su especialidad es el estudio de los capilares peritubulares, componentes esenciales en la estructura renal cuya pérdida indica una progresión hacia la insuficiencia.
“Usando este biomarcador, se podría desarrollar una prueba para evaluar el estado de los vasos sanguíneos pequeños mucho antes. Los médicos hospitalarios podrían entonces evaluar mejor la salud microvascular de los pacientes de mayor riesgo”, afirmó Hébert.Este tipo de daño se presenta en distintas situaciones clínicas, como cirugías cardiovasculares, trasplantes o enfermedades crónicas como la diabetes. En algunos casos, una lesión aguda puede reducir la cantidad de vasos funcionales, acelerar la pérdida de función renal y conducir a la etapa terminal de la enfermedad, donde los pacientes dependen de diálisis o necesitan un trasplante.Lo más significativo, según los investigadores, fue comprobar que la aplicación de este microARN no solo permite evaluar el daño, sino que puede actuar como agente terapéutico. “Al inyectar este microARN en ratones con lesiones renales, pudimos preservar los vasos sanguíneos pequeños y limitar el daño a los riñones”, explicó Migneault. Esta posibilidad de proteger los capilares al momento de una intervención quirúrgica, como un trasplante, abre nuevas vías para mejorar la sobrevida del injerto y prevenir fallos postoperatorios.
Aunque el descubrimiento se centró en la insuficiencia renal, su proyección es mucho más amplia. Los científicos sugieren que una prueba basada en miR-423-5p podría ser útil en pacientes con insuficiencia cardíaca o enfermedades relacionadas con el envejecimiento acelerado. “En estas afecciones médicas, la pérdida de pequeños vasos sanguíneos desempeña un papel fundamental, debido a su asociación con el envejecimiento normal o acelerado”, señaló Hébert.La insuficiencia renal es una condición silenciosa que puede no mostrar síntomas durante años. “La diabetes y la presión arterial alta son las 2 causas más comunes y son responsables de la mayoría de los casos”, según MedlinePlus.
A medida que los riñones pierden capacidad de filtración, se acumulan desechos y líquidos en el cuerpo, lo que afecta múltiples sistemas. La progresión puede llevar a anemia, hipertensión, pérdida de masa ósea y fatiga persistente, entre otros síntomas.“La enfermedad renal es una patología que puede evolucionar progresivamente. Se puede haber perdido hasta el 80% de la función renal, pero no se registran los síntomas”, dijo a Infobae“Como siguen orinando, los pacientes creen que los riñones funcionan bien. Pero esos órganos tienen diferentes funciones y una de ellas es la capacidad de generar orina. En casos de personas con la enfermedad, la filtración renal no es efectiva para eliminar toxinas por la orina”, precisó la experta.Algunos de los síntomas en el estadio más avanzado pueden ser:- El hecho de que la enfermedad muchas veces se detecte en etapas avanzadas complica su tratamiento. La posibilidad de contar con una herramienta de diagnóstico temprano y específica para el estado vascular representa una diferencia sustancial. En particular, porque muchas de las intervenciones médicas actuales buscan preservar precisamente esos vasos pequeños, responsables de mantener la estructura y la función del riñón.
Si bien todavía falta tiempo para que este biomarcador se integre en la práctica clínica diaria, los resultados publicados en JCI Insight constituyen un punto de partida sólido.
1.Mantener una vida activa: la actividad física regular ayuda a controlar el peso y reducir la presión arterial.
3.Controlar el nivel de azúcar en sangre: la diabetes es una de las principales causas de ERC; su monitoreo permite actuar a tiempo.
5.Beber suficiente agua: mantenerse hidratado favorece el buen funcionamiento de los riñones.
7.Evitar el tabaco y el alcohol: estos hábitos aumentan el riesgo de enfermedad renal y cardiovascular.
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