16 de junio de 2025
Cinco pequeños cambios diarios que pueden favorecer una longevidad saludable

Expertos revelan estrategias sencillas que pueden mejorar la longevidad, desde rutinas de ejercicio breves hasta prácticas de atención plena, adaptadas para quienes tienen agendas apretadas y buscan cambios sostenibles
Dedicar solo unos minutos al día a hábitos más saludables puede bastar para reducir el riesgo de mortalidad, dijo Sara Espinoza, directora del Centro de Diabetes y Envejecimiento del Cedars-Sinai en Los Ángeles. Y aunque algunas de las medidas con más probabilidades de aumentar la esperanza de vida no son rápidas ni fáciles (por ejemplo, dejar de fumar o reducir el consumo de alcohol si se bebe mucho), los cambios de comportamiento pequeños y constantes también pueden sumar, dijo Linda Ercoli, psicóloga geriátrica y directora interina del Centro de Longevidad de la UCLA.
Si no estás seguro de cómo priorizar los hábitos de longevidad, empieza por evaluar tus antecedentes familiares y enfócate en los comportamientos que podrían ayudarte a reducir el riesgo de enfermedades a las que tienes predisposición, dijo Ercoli. Por ejemplo, si tienes propensión a la diabetes, considera la posibilidad de modificar tu dieta y tu régimen de ejercicio.
Fíjate objetivos accesibles --ya sea reducir el consumo de alimentos ultraprocesados, aprender a meditar o empezar una nueva rutina de ejercicios-- y vuelve a evaluarlos cada semana, dijo Nathan LeBrasseur, director del Centro Robert y Arlene Kogod sobre Envejecimiento de la Clínica Mayo.
Y si no puedes alcanzar esos objetivos, explica claramente por qué, dijo: “¿Realmente no es tan importante para mí? ¿Es demasiado difícil? Si es así, ¿qué más puedes hacer?”.“Si tuvieras que elegir una cosa para hacer”, que sea el ejercicio, dijo Michael Fredericson, fisiatra especializado en medicina deportiva y codirector del Centro de Longevidad de Stanford. El ejercicio reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, cognitivas y metabólicas, además de estimular la salud mental y mejorar el sueño, por lo que obtienes un gran beneficio.Y no tiene por qué ser todo a la vez. Ráfagas de tres a cuatro minutos de ejercicio de mayor intensidad --como flexiones, sentadillas o subir escaleras-- a lo largo del día pueden reducir el riesgo de mortalidad, añadió Fredericson.
Dormir mal puede aumentar tu riesgo de padecer una serie de enfermedades que acortan la esperanza de vida, como la obesidad, la diabetes, las cardiopatías, la depresión y la demencia. También puede ralentizar tu metabolismo y dificultar que hagas ejercicio con regularidad, deshaciendo otros hábitos saludables que puede que estés realizando, dijo Zhaoping Li, jefe de la división de nutrición clínica de UCLA Health.La mayoría de la gente necesita unas siete horas de sueño ininterrumpido por noche para alcanzar las fases más reparadoras que permiten al cerebro y al cuerpo recuperarse del estrés, dijo Sara Nowakowski, profesora asociada de la Facultad de Medicina Baylor, quien estudia el sueño.Una forma sencilla de ayudarte a alcanzar ese objetivo es levantarte aproximadamente a la misma hora todos los días, aunque estés cansado, dijo Nowakowski. Esto obliga a tus hormonas del sueño a funcionar con un horario constante, lo que puede facilitar que te duermas la noche siguiente. “En realidad, estamos intentando crear una ‘presión del sueño’, o esta necesidad biológica de dormir”, dijo Nowakowski.El estrés crónico, la ansiedad, la depresión y la soledad están relacionados con un mayor riesgo de enfermedades relacionadas con la edad y una mortalidad más temprana. Practicar de forma constante la atención plena o la meditación incluso unos pocos minutos, o un ejercicio diario de gratitud, pueden entrenar tu sistema nervioso para mantener la calma, aun bajo presión, dijo Ercoli. “Estos comportamientos tienen un efecto acumulativo” sobre el estrés físico, y pueden incluso ayudar a reducir la presion arterial y el riesgo cardiovascular a largo plazo, dijo.“Cuando eres más consciente, encuentras y buscas múltiples soluciones a los problemas, y te frustras menos”, dijo Langer. “En lugar de intentar añadir más años a tu vida, sería mejor añadir más vida a tus años”, dijo.
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