Domingo 6 de Julio de 2025

22.2°

EL TIEMPO EN PARANA

6 de julio de 2025

Clima de Negocios: así será el inminente y brutal impacto de la computación cuántica en la industria, las finanzas y la vida cotidiana

Es el universo informático en el que, en lugar de bits, hay qubits. Se estima que en una década dará lugar a un sector de unos USD 100.000 millones con gran injerencia en ciberseguridad, defensa, salud y energía, entre otros rubros

>Hay cada vez más qubits danzando entre los humanos. No se ven, pero están ahí y cada vez habrá más. Y ese baile frenético de la unidad mínima de la computación cuántica se espera que protagonice la revolución que viene, una nueva forma de procesar datos digitales y generar avances que van a cambiar todo.

Mientras los bits del mundo digital que rigen gran parte la vida actual solo pueden representar un 0 o un 1, los qubits pueden estar en ambos estados al mismo tiempo gracias a un fenómeno conocido como superposición. Otro concepto clave es el entrelazamiento cuántico, una propiedad que permite que los estados de dos o más qubits estén conectados entre sí, incluso si están separados por grandes distancias. Ese entrelazamiento genera la famosa danza de los qubits. Esas dos características permiten, además, cálculos en paralelo, lo que posibilita resolver problemas complejos mucho más rápido que las computadoras clásicas.

La tecnología se consolida como un tema central en la agenda de empresas tecnológicas, gobiernos e investigadores. La carrera es por lograr la llamada ventaja cuántica, la capacidad de resolver problemas que las computadoras tradicionales no pueden abordar en tiempos razonables.

McKinsey calcula que en una década este mercado representará unos USD 100.000 millones con gran impacto en ciberseguridad, defensa, salud y energía. La consultora, que publica regularmente su Quantum Technology Monitor, recomienda que las organizaciones empiecen a explorar desde hoy los casos de uso relevantes, formen talento especializado y evalúen alianzas con startups y universidades.

— ¿Cómo va a cambiar la vida de las personas con la computación cuántica?

— Soy física teórica y me apasiona saber cómo esta tecnología podrá ayudar a mis colegas a entender e interpretar leyes y nuevos efectos. Habrá avances muy importantes en simulaciones químicas, de materiales y del propio comportamiento de la naturaleza. A nivel biomolecular, ayudará a manejar temas vinculados a las baterías y como, por ejemplo, la catálisis impacta en la agricultura, nuestros alimentos y los fertilizantes. Permitirá entender mejor a la energía, cómo usarla y transportarla de manera más eficiente; mejorar las energías renovables; y también generar materiales anticorrosivos más efectivos para barcos y autos. De todo eso ya podemos ver algo de evidencia, pero luego será el tiempo de entender la intersección de la computación cuántica con el aprendizaje automático. Y ahí habrá un impacto generalizado en todas las industrias porque la inteligencia artificial aprende de esa manera. La IA estará en todo y la tecnología cuántica potenciará todo.

— Ya hay compañías de servicios financieros investigando cómo pueden mejorar la detección de anomalías, fraudes y eventos extraños, la gestión de riesgo y hacer predicciones de series temporales o secuencias. Otras están investigando cómo determinar, por ejemplo, el precio de una derivada compleja y cómo la computación cuántica puede ayudar con esos patrones poco triviales, temporales y que no se pueden capturar de una manera eficiente con la computadora clásica. No es tanto para pronosticar valores, sino para entender y determinar riesgos y detección de patrones que pueden estar escondidos.

— ¿La computación cuántica es mejor que la convencional, la de unos y ceros?

— ¿Desde cuándo existe esta tecnología?

— Este año se celebra el centenario del inicio de la mecánica cuántica. Durante ese tiempo hubo dos grandes revoluciones. La primera, el mundo de fotones y electrones, terminó generando tecnologías como el láser, celdas solares, GPS y hasta los semiconductores, el corazón de la era digital; el universo de los bits. La segunda surgió a fines de los ’70, cuando los físicos empezaron a usar la mecánica cuántica para manipular y procesar información, para resolver problemas. Por primera vez estamos viendo surgir toda esta tecnología que ya no son solo ideas teóricas, sino que es algo que se usa en la academia y la industria. En IBM llevamos unos 40 años trabajando en esto y en los últimos diez el progreso se aceleró muchísimo.

— Estamos cerca del momento de la llamada ventaja cuántica.

— Se habla de que la tecnología podría ayudar a hackear el sistema detrás de bitcoin, la principal criptomoneda, y otros que son muy seguros.

En la práctica, una computadora cuántica no se parece en nada a un dispositivo convencional. Por describirlas de alguna manera, lucen como muy complejos candelabros de bronce, aunque los renders de las más modernas las muestran ya como despojados gabinetes futuristas, cajas cerradas dentro de las cuales sucede la “magia”. Para funcionar, necesitan temperaturas cercanas a cero, condiciones de aislamiento extremo y sistemas de control muy precisos. Estas exigencias explican tanto su alto costo como su complejidad operativa.

“Nuestro sistema cuántico está basado en qubits superconductores, un material que se vuelve mecánico cuántico a temperaturas muy bajas. Por eso se las ve tan extrañas, es por la infraestructura de refrigeración. Funciona con una infraestructura electrónica de control clásico, de ceros y unos. Las instrucciones se escriben en cualquier lenguaje de programación y a la máquina le llegan ceros y unos que son convertidos a señales de microondas que, a su vez, se envían a través de una línea de control hasta el chip cuántico que está en la parte más fría del equipo. Y ahí entonces manipula el estado de los qubits para hacer todo este baile que necesitamos hacer para procesar la información, el entrelazamiento cuántico. Una vez se completa el circuito de la solución del problema, colapsa el estado cuántico clásico y sale la respuesta otra vez en formato de ceros y unos”, detalló Nazario.

“Eso es hoy, pero estamos mirando lo que vendrá. Parte de mi equipo ya está trabajando en los algoritmos cuánticos que usaremos en 2033 con Blue Jay, una computadora con 2.000 qubits lógicos y 1.000 millones de operaciones cuánticas”, aseguró Nazario. El inminente futuro del futuro cuántico.

COMPARTIR:

Comentarios

Escribir un comentario »

Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!

  • Desarrollado por
  • RadiosNet