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7 de agosto de 2025

Fue el creador de la “selección fantasma”, convivió con Bilardo, dirigió a Menotti y a los 98 años sigue dando cátedra de fútbol

Miguel Ignomiriello es una eminencia del deporte argentino. Los recuerdos de su larga trayectoria

>La trayectoria de Miguel Ignomiriello fue tan extensa como peculiar. El hombre, de 98 años, tiene más de medio siglo de carrera, con 25 equipos dirigidos y dos experiencias en seleccionados nacionales, Argentina y Ecuador. Fue director técnico de los dos clubes más importantes de La Plata, y de dos de los cinco grandes, San Lorenzo e Independiente. Convivió con Carlos Bilardo en Estudiantes, dirigió a César Luis Menotti y al Trinche Carlovich en Rosario Central y construyó “la selección fantasma” junto a Enrique Omar Sivori.

Con el seleccionado argentino le ocurrió algo similar. La mayoría de los futboleros mencionará a Sívori como el DT que clasificó a la Argentina al Mundial 74, pese a que Ignomiriello fue el armador de “la selección fantasma”, un combinado alternativo que se preparó durante más de un mes en La Quiaca para afrontar un compromiso trascendente contra Bolivia. En 1973 fue el técnico del equipo juvenil que participó del Torneo de Cannes, en Francia, con Mario Kempes, Ricardo Bochini y Marcelo Trobbiani, entre otros, que se coronó campeón.

En casi de 60 años de carrera, Ignomiriello vio a los mejores jugadores del mundo, dentro de un campo de juego: Antonio Sastre, Arsenio Erico, José Manuel Moreno, Alfredo Di Stéfano, Adolfo Pedernera, Pelé, Diego Maradona y Lionel Messi, entre tantos otros. “El Charro Moreno era un jugador sobresaliente, pero Pedernera hasta la aparición de Maradona fue el jugador más sobresaliente del fútbol argentino”, sentencia el DT que ganó títulos en las categorías formativas del Lobo y del Pincha, pero también en el Canalla, el Ciclón, Nacional de Montevideo, Defensores de Cambaceres y Douglas Haig.

- ¿Qué es de su vida, Miguel?

- Ando muy bien. Me llevó unos cuantos años, pero estoy bien de salud. Esta semana me invitaron a una charla que hubo con los campeones del mundo de Estudiantes. Estuvieron Marcos Conigliaro, Eduardo Flores, Carlos Pachamé y Alberto Poletti. Charlamos un poco del proceso que llevó a Estudiantes a ser campeón del mundo.

- Sí. Cuando llegué a Estudiantes en 1963, tenía 20 años de experiencia en las actividades juveniles. Entonces, ya hicimos un trabajo. Teníamos muy claro lo que queríamos hacer y por eso creamos “la tercera que mata”, esa categoría que llevó a Estudiantes a lo más alto. Fue una definición del periodismo local, del diario El Día, tras un triunfo en la cancha de Vélez, en el mes de noviembre de 1964. En el primer tiempo, el equipo perdía con Vélez 2-1. En el segundo tiempo, Estudiantes da vuelta el resultado y lo ganó 5-2. El periodista local del diario El Día publica al día siguiente “la tercera no gana, mata”. Y ahí quedó el pseudónimo de “la tercera que mata”.

- ¡Qué memoria tiene Miguel! ¿Cuál es su primer recuerdo en el fútbol?

- ¿En el andar de su carrera, construyó la selección fantasma en 1973?

- Sí. Yo seleccioné jugadores cuando fui invitado a trabajar en AFA. Raúl D’Onofrio, el padre de Roberto, fue el interventor de AFA en 1971. Yo le mostré la necesidad de armar un equipo para competir en la altura boliviana, porque Argentina había quedado eliminada después de perder con Bolivia en el año 69. Había quedado eliminada para el Mundial de México 70. Entonces, teníamos que jugar nuevamente con Bolivia en la altura, en septiembre de 1973, y era fundamental ganar y no perder para poder clasificar a la Argentina al Mundial 74. Ese fue el trabajo que llevamos adelante, con un grupo de jugadores que tuvimos casi 90 días a más de 2.500 metros de altura.

- No me pagaron el premio. Los dirigentes me acusaron de apoyar a Raúl D’Onofrio, interventor de AFA en 1971, y dejarlos mal parados con la foto que salió publicada en el diario. Cobraron todos, hasta los que no jugaron, menos yo. Había un periodista que iba a la AFA permanentemente a preguntar “¿dónde estaba la selección de altura?”. Y nadie le sabía decir. Entonces, el periodista por motus propio publicó en el diario “no es la selección, es la selección fantasma”. Esto dio lugar a que cuando clasificamos y me tenían que pagar el premio argumentaron que yo los estaba atacando a ellos, creando la selección fantasma y jamás había hablado sobre ello. Entonces, el periodista publicó la selección fantasma y no me quisieron pagar el premio.

- ¿Para esa “selección fantasma” citó por primera vez a Daniel Bertoni y a Ricardo Bochini?

- ¿Entonces fue el primer DT que llevó a Kempes a la selección argentina?

-Sí, con 19 años. En San Lorenzo tenía un jugador que se llamaba Hugo Promancio. Fue el primero que me habló de las cualidades de Kempes. Lo vi y se lo recomendé a Juan Carlos Lorenzo, que era el entrenador de Primera de San Lorenzo. Me dijo que tenía muchos delanteros. También, se lo recomendé a José Epelboim, dirigente de Independiente. Armé muchos amistosos en Estancia Chica, donde nos concentramos. Vino y eligió a Bertoni. También se lo sugerí a Alberto Plinio Garibaldi, un dirigente histórico de River, pero no le interesó. Mario era un fenómeno, pero me preguntaba si estaba equivocado, porque todos me decían que no. Estando en La Quiaca, le preguntó a Aldo Pedro Poy qué le parecía el pibe, que jugaba en Instituto. “Un crack, además de una gran persona”, me dijo. Bueno, él lo llamó a Víctor Vesco, dirigente de Rosario Central que finalmente lo vino a ver y lo compró en poco más de 100 mil dólares. Después, lo vendió en casi un millón al Valencia de España, previa autorización de una asamblea de socios. También, lo llevé por primeva vez a la selección a Marcelo Trobbiani, a quién había visto jugar en la Sexta y estaba en conflicto con Boca. Se había ido a Santa Fe. No tenía manera de contactarlo. Entonces, le pedí a un periodista amigo que tenía un programa de radio muy escuchado que pasara el aviso. Y finalmente lo ubiqué. Hace unos años, cuando Trobbiani dirigía la Sub-20, lo vi y me dijo: ‘Usted me salvó la vida con esa convocatoria, de lo contrario hubiese sido panadero, como mi viejo’.

- Sí. Bilardo era un jugador sobresaliente del plantel de Estudiantes, campeón del mundo en el 68. Había nueve juveniles de la tercera división del año 64, de “la tercera que mata”. Cuando llega Osvaldo Zubeldía, el 17 de enero del 65, comienza a trabajar con algunos de ellos. El primero que integra el plantel de titular es Alberto Poletti. Luego, incorpora a Bilardo que era jugador de Deportivo Español. Bilardo fue un jugador sobresaliente. Uno no alcanza a dimensionar todo porque fueron varios los jugadores de Estudiantes de La Plata que, habiendo comenzado con Zubeldia, luego fueron técnicos sobresalientes. Eduardo Luján Manera, el doctor Madero y el doctor Bilardo.

- ¿Dirigió a César Luis Menotti en el Canalla?

- También lo tuvo al Trinche Carlovich en Central. ¿Era un jugador distinto?

- En casi de sesenta años en el fútbol, ha visto innumerables jugadores como a Alfredo Di Stéfano. ¿Fue un jugador distinto a la media?

- ¿Di Stéfano es el jugador que más lo sorprendió en una cancha?

- ¿El mejor jugador de todos los tiempos fue Maradona?

- ¿Cuál es el mejor equipo que ha visto?

- En cuánto a las selecciones argentinas que vio, ¿cuál le parece que es la más completa de todas?

- ¿En 98 años de vida, tiene alguna cuenta pendiente en el fútbol? ¿Qué es el fútbol en su vida?

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