24 de febrero de 2017
El PJ busca paz en San Vicente

Todos los sectores dirán presente en la cumbre peronista. Las diferencias entre el sector camporista, el Movivimiento Evita y Los Esmeralda se colará en la discusión interna.
Por Gabriel Calisto
Con la frustrada cumbre de Santa Teresita en el espejo retrovisor, el peronismo bonaerense se reunirá mañana para profundizar su unidad. Si bien el objetivo es lograr enfilar el partido hacia lo que se definió en los distintos espacios internos, esto es: dedicarse a hablar de la realidad angustiante de muchísimos sectores de trabajadores y comerciantes, es inevitable que la interna política, especialmente las diferencias cada vez más visibles entre el sector camporista y otros espacios como el Movimiento Evita y los Esmeralda, se cuele en la discusión.
La sede será nada menos que la quinta de San Vicente, el “templo” peronista donde descansan los restos del general Perón. El motivo también tiene olor a histórico: se cumplen 71 años de su primera victoria electoral, allá por 1946, bajo el sello del Partido Laborista.
7 de marzo, el botín
El documento fue consensuado previamente con todos los sectores. Y hay cambios relevantes respecto del 7 de marzo, día en el que Cristina Kirchner volverá a tener actividad judicial, al tiempo que la CGT marchará contra el gobierno nacional.
Pese a la protesta del “ala izquierda” como definen al ultrakirchnerismo en algunos reductos del partido, se dejó de lado la mención a Comodoro Py, donde Cristina Fernández de Kirchner será indagada una vez más por el juez federal Claudio Bonadio, y se reemplazó por otra movilización: la de respaldo a la Confederación General del Trabajo (CGT), para felicidad del “ala derecha”, que busca recuperar para el peronismo su rol histórico de pilar del movimiento obrero.
De ahí que los jefes comunales más referenciados en la ex mandataria dudaban en dar el sí. Además de esa diferencia, fundamental, estarán también las ya tradicionales críticas al modelo económico del macrismo.
Cada cual en su juego
Si bien el randazzismo dirá presente, su líder se mantiene todavía en las sombras. Florencio Randazzo busca algo todavía más relevante que la foto de unidad del PJ: la venia de Roma, donde el peronismo tiene un líder que nadie discute.
Julián Domínguez, que se lanzó como opositor a una lista interna que todavía tiene la gigantesca incógnita sobre la presencia o no de Cristina Fernández de Kirchner, también dirá presente. “Ella es la que va a ordenar la interna. Tanto si decide jugar como si no”, reconocen con algo de resignación en el espacio de los Esmeralda, que también asistirá, aunque no en bloque completo.
Otros, en cambio, señalan que la construcción de una “alternativa” debe avanzar más allá de los nombres. “Si juegan o no Randazzo o Cristina, nosotros igual vamos por este camino”, indicaron.
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