26 de octubre de 2024
Virgen del Rosario: la batalla donde se comenzó a venerar y qué “rosarios” usan para rezar otras religiones

El uso del rosario no se limita al catolicismo. Desde el islam al hinduísmo tienen el suyo. Pero todos son de similares características: un sistema de cuentas que ayudan a orar sin perder la concentración. El triunfo católico en una batalla naval que originó la devoción a la virgen
La Iglesia ortodoxa posee el komvoskhini, un rosario ortodoxo que es un lazo trenzado de nudos, generalmente hecho con lana o cuentas de madera, que se usa para llevar la cuenta de los rezos. En estos rosarios se recita la “oración de Jesús” o “oración del corazón”, que puede variar según la tradición ortodoxa, pero siempre con el mismo fin: adentrarse en un estado de meditación profunda. Esta oración, en su forma más simple, dice: “Señor, ten misericordia”, y en su versión completa: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de mí, pecador”. En el Monte Athos, se prefiere la versión: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten misericordia de mí”. San Isaac el Sirio decía: “Cuando el Espíritu habita en un hombre, él no cesa de orar, porque el Espíritu ora en él constantemente. Así, la oración no cesa en su alma, ni cuando duerme, ni cuando despierta; incluso cuando come, bebe o trabaja, los perfumes de la oración se derraman espontáneamente en su corazón” (Tratados Místicos, editados por Wensinck, p. 174).
También existen “rosarios laicos” sin connotación religiosa, como el komboloi en Grecia, derivado de los utilizados por los monjes del Athos. Se usan como pasatiempo, método relajante para controlar el estrés y la ansiedad. Estos “rosarios laicos” también son comunes en el Líbano, Chipre y en todo el Medio Oriente.Los hindúes, budistas y sijes tienen sus rosarios, llamados japamālā, compuestos por 108 cuentas, generalmente de madera. Se usan para recitar los nombres de alguna deidad. El fundador de los Hare Krishna, Prabhupada, en una carta del 6 de enero de 1972, reflexionaba sobre la meditación con el japamālā: “La japamālā debe recitarse temprano en la mañana con completa concentración, preferentemente durante las horas del brahma muhurta (96 minutos antes del amanecer, durante 48 minutos). Concéntrate completamente en la vibración sonora del mantra, pronunciando cada nombre claramente”. En el budismo, el rosario consta de 108 cuentas de distintos materiales, formando un “collar” que se coloca en el cuello o el brazo izquierdo. A diferencia del rosario católico, que últimamente se ha usado como adorno, el rosario budista solo se utiliza como instrumento de oración.En el islam, el rosario se llama masbaha o misbaha y suele tener 33 o 99 cuentas, rematadas con una borla. El número de cuentas está relacionado con la recitación de los 99 nombres de Dios, aunque también se usa para otras oraciones, como la repetición de fórmulas como subḥān Allāh (“Dios es sublime”), al-ḥamdu li-llāh (“alabado sea Dios”) o Allāhu ʾakbar (“Dios es más grande”), pronunciadas cada una 33 veces.Santo Domingo de Guzmán fue un gran promotor de esta devoción, que fue adoptada por la Orden de los Predicadores (dominicos) para la re-evangelización de las regiones unidas a la reforma protestante.
En muchos países, como España, el nombre “Rosario” es común tanto en ciudades como en personas, reflejando la amplia devoción a esta práctica espiritual que, bien realizada, puede elevar al orante a un estado de meditación profunda y aliviar el espíritu.
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