22 de febrero de 2025
Por qué el asteroide 2024 YR4 podría impactar contra la Luna y qué consecuencia tendría

El choque del cuerpo celeste en la superficie selenita generaría una explosión equivalente a 340 bombas de Hiroshima y dejaría un cráter de hasta 2 kilómetros de diámetro. Expertos explican qué sucedería y cómo nos afectaría
Pero justamente, la Luna que en principio dificultó la observación de este asteroide, podría resultar perjudicada ante una eventual colisión. Al principio, había un riesgo de 0,23% de impacto con nuestro satélite natural. Pero ahora este número se sitúa en 1%, según datos de la NASA.
Con un tamaño de aproximadamente 55 metros y viajando a 48.000 kilómetros por hora, el impacto del asteroide contra la superficie lunar podría ser un evento visible desde la Tierra.Un impacto de 2024 YR4 en la Luna generaría una explosión equivalente a 340 bombas de Hiroshima y dejaría un cráter de hasta 2 kilómetros de diámetro.La superficie de la Luna está marcada por miles de cráteres formados por impactos de asteroides a lo largo de su historia. Aunque un nuevo cráter sería visible desde la Tierra, su impacto en términos prácticos sería insignificante. Según expertos, una colisión con la Luna generar un cráter de hasta 2 kilómetros de diámetro, muy pequeño en comparación, al mayor ubicado en la cuenca del Polo Sur-Aitken, que se extiende por más de 2.400 km de diámetro.
Y agregó: “Obviamente, que si este asteroide fuese más grande, podría desestabilizar la Luna y eso sería un problema enorme para la Tierra. Pero no es el caso de este asteroide que tiene un tamaño relativamente pequeño”.
Gareth Collins, profesor de ciencias planetarias en el Imperial College de Londres, aseguró que cualquier material expulsado de la colisión “probablemente se quemaría en la atmósfera terrestre”.En la Tierra, la mayoría de los meteoros se desintegran antes de tocar el suelo debido a la fricción con la atmósfera. Sin embargo, en la Luna, incluso pequeños fragmentos pueden dejar marcas visibles en la superficie. Este fenómeno ha sido observado en múltiples ocasiones por telescopios y misiones espaciales.
Si un asteroide de gran tamaño chocara contra la Luna, generaría allí un cráter considerable y lanzaría una gran cantidad de material al espacio. Sin embargo, sus efectos no irían más allá de eso. No existe ninguna roca espacial lo suficientemente masiva como para fracturar la Luna o alterar su órbita alrededor de la Tierra. De hecho, si se sumara la masa de todos los asteroides del Sistema Solar, seguiría siendo menor que la de nuestro satélite.Y aunque la posibilidad de que la Luna reciba el golpe de 2024 YR4 es real, este evento sería, en todo caso, un espectáculo astronómico más que una amenaza tangible para la humanidad. En caso de que el impacto ocurriera, los científicos tendrían una oportunidad única de estudiar el proceso en tiempo real.
Si esto sucede, distintas misiones espaciales podrían analizar la composición del material expulsado y comparar el nuevo cráter con los existentes, proporcionando información valiosa sobre la evolución de la superficie lunar. Incluso sería posible detectar cambios en la órbita de la Luna si el impacto es lo suficientemente grande, aunque se espera que cualquier alteración sea mínima.En cuanto a la probabilidad de un impacto significativo, los asteroides considerados potencialmente peligrosos tienen más de 140 metros de diámetro y pueden pasar a menos de 7,5 millones de kilómetros de la Tierra, lo que también los pone cerca de la Luna.
A pesar de que el asteroide 2024 YR4 no representa un peligro inmediato para la Tierra, la comunidad científica sigue monitoreando su trayectoria. La defensa planetaria es un esfuerzo global centrado en identificar, rastrear y, si es necesario, desviar asteroides que podrían impactar nuestro planeta. Sin embargo, la pregunta surge: ¿deberíamos preocuparnos también por la Luna?
Las agencias espaciales de todo el mundo ya han demostrado que es posible alterar la trayectoria de asteroides mediante impactadores cinéticos. La misión Con avances tecnológicos y una planificación adecuada, los astrónomos podrán detectar con mayor anticipación los asteroides en trayectoria de colisión con la Luna o la Tierra. Esto permitiría tomar medidas preventivas para evitar impactos o minimizar sus efectos. En este contexto, la vigilancia constante y la inversión en defensa planetaria serán clave para la seguridad del sistema Tierra-Luna en el futuro.
Por ahora, el asteroide 2024 YR4 sigue siendo objeto de observación. Será observable hasta mayo y luego volverá a estar cerca de la Tierra en diciembre de 2028, lo que permitirá a los astrónomos afinar sus cálculos y determinar con mayor precisión su trayectoria futura.
A pesar del revuelo generado, la probabilidad de impacto sigue siendo baja. Como señaló el astrónomo David Rankin, del Programa Catalina Sky Survey de la Universidad de Arizona, “todavía hay más de un 99% de posibilidades de que no se produzca un impacto en la Tierra”.El caso de 2024 YR4 es un recordatorio de que el monitoreo constante es esencial para la seguridad tanto de la Tierra como de sus alrededores cósmicos.
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