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26 de febrero de 2025

Se lanza Odin, la primera misión privada que busca la extracción de minerales en el espacio

Un cohete Falcon 9 de SpaceX despegará con la nave propiedad de la startup AstroForge que buscará recolectar platino en un asteroide lejano

>Esta noche, desde el Centro Espacial Kennedy de la Con el respaldo de un Falcon 9 de Para Matt Gialich, cofundador y director ejecutivo de AstroForge, este es un paso crucial en un campo en el que hasta ahora solo participaron agencias espaciales de países como Estados Unidos y Japón.

“Aunque no tengamos éxito y fracasemos como empresa, espero que podamos sacar esto adelante un poco. Para mí, se trata de impulsar a los humanos hacia adelante. La misión subyacente es alentar al sector privado a seguir luchando por hazañas extravagantes con la esperanza de que el precio de los viajes espaciales siga bajando. Incluso si la minería de asteroides no es posible hoy, o si AstroForge no la puede realizar, puede convertirse en una realidad para una u otra entidad en el futuro”, comentó Gialich.

El proyecto es ambicioso. Hasta la fecha, los intentos de compañías privadas por incursionar en la minería espacial han fracasado, y solo misiones como OSIRIS-REx de la NASA y Hayabusa 2 de la JAXA han logrado traer pequeñas muestras de asteroides a la Tierra, con costos que superaron los 770 millones de dólares. En contraste, AstroForge busca realizar esta tarea con una inversión significativamente menor: menos de 7 millones de dólares.

El lanzamiento de Odin es solo el primer paso de un viaje que durará casi un año. En sus primeros cinco días, la nave cruzará el lado oculto de la Luna antes de iniciar su travesía de 300 días hasta 2022 OB5. Este asteroide, que pasará a 649.000 kilómetros de la Tierra en su aproximación más cercana, podría contener platino en concentraciones atractivas para la industria minera espacial.

Pero hay muchos riesgos en juego. A diferencia de las misiones financiadas por gobiernos, AstroForge debe demostrar que su tecnología puede funcionar con un presupuesto limitado. “Gran parte de esto es: ¿podemos construir una nave espacial por este precio?”, planteó Gialich. La empresa recaudó alrededor de 60 millones de dólares en financiamiento privado, una cantidad modesta en comparación con los costos de misiones tradicionales.

AstroForge apuesta por una estrategia de bajo costo, con componentes modulares y reutilizables, algo que podría revolucionar la exploración espacial si tiene éxito. Esta aproximación es similar a la que SpaceX implementó con Falcon 9, reduciendo drásticamente los costos de los viajes espaciales mediante la reutilización de sus cohetes.

La minería de asteroides es una idea que ha fascinado a la comunidad científica y a empresarios del sector espacial durante décadas. En teoría, acceder a los recursos de estos cuerpos celestes podría representar una solución a la escasez de metales preciosos en la Tierra y a los impactos ambientales de la minería tradicional.

Hasta la fecha, solo Estados Unidos y Japón lograron traer muestras de asteroides a la Tierra. La misión OSIRIS-REx de la NASA, por ejemplo, trajo apenas 122 gramos de material del asteroide Bennu, pero el costo del proyecto superó los 770 millones de dólares. Para que la minería espacial sea viable comercialmente, es necesario reducir drásticamente los costos de exploración y recolección, algo que AstroForge intenta lograr con su enfoque de misiones económicas y rápidas.

El CEO de AstroForge reconoce los desafíos. “Aunque no tengamos éxito y fracasemos como empresa, espero que podamos sacar esto adelante un poco. Para mí, se trata de impulsar a los humanos hacia adelante”, afirmó.

El Tratado del Espacio Ultraterrestre de 1967, el documento principal que rige la actividad en el espacio, establece que el cosmos es la “provincia de toda la humanidad”, pero no especifica si una empresa o un país pueden reclamar la propiedad de los recursos extraídos.

Estados Unidos aprobó en 2015 la Ley de Competitividad de Lanzamientos Espaciales Comerciales, que permite a las empresas privadas quedarse con los materiales que recojan en el espacio. Japón, Luxemburgo y los Emiratos Árabes Unidos han adoptado regulaciones similares, pero el resto del mundo no definió una postura clara.

AstroForge no estuvo exenta de críticas. Inicialmente, la empresa se negó a revelar cuál sería el asteroide objetivo de Odin, lo que generó malestar en la comunidad científica.

El problema es que, sin información clara, los astrónomos podrían confundir la nave con un objeto peligroso o desconocido, gastando tiempo y recursos en su seguimiento. En septiembre, la Sociedad Astronómica Estadounidense pidió a AstroForge mayor transparencia en sus operaciones.

Sin embargo, dejó claro que esto no siempre será así. “Cuando encontremos este asteroide mítico que es puramente platino y vale un billón de dólares en material real, ¿le diré al mundo cuál es? Probablemente no”.

Si AstroForge tiene éxito con Odin, el siguiente paso será lanzar una nueva misión en 2025 o 2026 para acercarse aún más al asteroide y estudiar la viabilidad de la extracción.

El destino de AstroForge sigue siendo incierto. No está claro si Odin logrará llegar a 2022 OB5, ni si la nave podrá determinar con certeza la presencia de platino. Incluso si lo hace, la extracción de estos materiales sigue siendo un desafío enorme.

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