6 de marzo de 2025
El estado del papa Francisco continúa estable, sin nuevas crisis respiratorias

Hospitalizado por una doble neumonía desde el 14 de febrero, la Santa Sede ya había informado por la mañana que el pontífice pasó una noche “tranquila”, aunque su cuadro clínico sigue siendo “complejo”
Hospitalizado por una doble neumonía, la Santa Sede ya había informado por la mañana que el pontífice pasó una noche “tranquila”, horas después de explicar que su estado es “estable”, aunque su cuadro clínico sigue siendo “complejo”.
El líder de 1.400 millones de católicos en el mundo fue hospitalizado el 14 de febrero por una bronquitis, que derivó en una doble neumonía, y, desde entonces, ha sufrido varias crisis respiratorias, la última el lunes.
Para ayudarle a respirar, Jorge Bergoglio debía dormir con una mascarilla de oxígeno por tercera noche consecutiva, que cambia durante el día por una cánula nasal de alto flujo, un soporte más ligero.
“Debido a la complejidad de su cuadro clínico, el pronóstico sigue siendo reservado”, agregó el parte médico.El papa tampoco ha hecha ninguna aparición pública ni se han difundido imágenes suyas desde el 14 de febrero, relanzando los interrogantes sobre su capacidad para desempeñar sus funciones de sumo pontífice.
Francisco, que en los últimos tiempos ha descartado la idea de renunciar al cargo como hiciera su predecesor Benedicto XVI en 2013, se ausentó el miércoles de la principal misa de imposición de Cenizas, que marca el inicio de Cuaresma.Desde el alba hasta el anochecer, turistas y peregrinos se unen a la perpetua procesión de visitantes frente a la basílica de San Pedro. Pero el tiempo parece suspendido en el Vaticano sin el papa, cuya hospitalización arrastra a la incertidumbre a la Iglesia católica.
“Zona gris”, “vacilación”: desde hace tres semanas, el Estado más pequeño de mundo se encuentra en una delicada situación de incertidumbre en la que cada uno intenta continuar sus actividades sin saber qué deparará el mañana.Pero a varios metros, periodistas encadenan directos televisivos en múltiples lenguas. “¿Es por el papa?”, pregunta un niño de la mano de su padre.
La ventana del palacio apostólico desde la que recita cada semana el Ángelus lleva cerrada desde hace tres domingos, algo que no había ocurrido desde su elección en 2013.En la sala de prensa, los corresponsales de la Santa Sede cambiaron la sutileza del derecho canónico por los tecnicismos del vocabulario médico como “broncoespasmos” y “oxigenoterapia”.
En el interior de la ciudad-Estado, la vida avanza a dos velocidades. Los departamentos vinculados a las actividades del papa fueron los primeros en verse afectados.“Los servicios extraordinarios (misas, audiencias, recepciones de embajadores y servicios de Estado) están en caída libre. Es un periodo de latencia” que recuerda “el fin del covid, cuando todo volvía al ralentí”, señala.
Pero las recientes crisis respiratorias de papa, que sigue en pronóstico “reservado”, dificultan las proyecciones a medio plazo.
“Hay momentos en los que tenemos mucho miedo, otros en los que nos decimos que está remontando la cuesta. Es como una montaña rusa y es muy estresante”, afirma.
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