5 de abril de 2025
El Gobierno acelera las negociaciones con el FMI para fortalecer las reservas en medio de la incertidumbre global

El Poder Ejecutivo espera cerrar en los próximos días un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. El contexto actual presenta diferencias respecto a 2018 cuando el país solicitó asistencia para evitar un default
En 2025, la situación presenta una serie de diferencias. El Gobierno ha logrado recuperar el equilibrio fiscal, alcanzando un superávit primario del 1,8% del PBI en 2024 y proyectando un superávit del 1,5% para 2025. Esta mejora en las finanzas públicas se complementa con un déficit de cuenta corriente de la balanza de pagos significativamente reducido, que se encuentra por debajo del 1% del PBI, lo que indica una situación más manejable desde el punto de vista financiero externo.
En cuanto a la El nivel de reservas del BCRA también presenta distancias entre esos dos momentos: mientras que en 2018 las netas eran de USD 38.000 millones -equivalían a seis meses de importaciones, ante posibles shocks financieros-, en 2025 se encuentran en niveles negativos, lo que incrementa las dificultades para manejar la economía en un contexto de incertidumbre.En términos de deuda, otro de los factores que distingue a 2025 de 2018 es el perfil de vencimientos. En 2018, gran parte de la deuda emitida por el gobierno en pesos tenía vencimientos concentrados en el corto plazo, lo que generaba una alta presión sobre las finanzas públicas y un riesgo elevado de default si no se conseguían recursos para refinanciar esa deuda. En 2025, el stock de deuda en pesos se distribuye en su mayoría en vencimientos más lejanos, lo que otorga un respiro a la administración para gestionar los pagos de manera más ordenada.
Finalmente, el contexto del mercado de deuda y los flujos de inversión también muestran importantes diferencias. En 2018, una parte significativa de la deuda en pesos estaba en manos de inversores internacionales, lo que exponía a Argentina a fluctuaciones en los mercados globales.En conclusión, aunque Argentina aún enfrenta desafíos macroeconómicos importantes en 2025, la situación es notablemente diferente a la que se vivió en 2018. El superávit fiscal, el déficit de cuenta corriente más bajo y la menor dependencia de la deuda externa proporcionan una base más sólida desde la cual se puede gestionar la economía. Sin embargo, la falta de reservas y el elevado nivel de deuda en pesos continúan siendo riesgos que podrían desestabilizar el panorama económico si no se gestionan adecuadamente, concluyó FMyA.
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