2 de octubre de 2024
Los cubanos sufren la escasez de agua en medio de la profunda crisis que atraviesa el país: “El problema es crítico”

En la isla, con una población de menos de 10 millones de habitantes, más de un millón de personas no recibe agua en sus hogares. “Tenemos afectados en todas las provincias”, reconoció un funcionario del régimen
Hace una década que Islem vive en Punta Brava, a 25 km del centro de la ciudad, y “nunca” había pasado por “algo igual”. “El problema del agua es crítico, llevamos 15 o 20 días sin agua”, explica, mientras carga los bidones para verterlos en un tanque que tiene en su cocina.
Por las calles de Punta Brava se ven personas cargando agua en carretillas, bicicletas, cajuelas de los autos y hasta en carretones tirados por caballos.
“Tenemos afectados en todas las provincias”, precisó entonces el funcionario. Destacó que en La Habana, los municipios con mayor escasez son los tres del oeste de la ciudad, incluido el de La Lisa, donde vive Islem con su esposa.
Con escasez de alimentos, medicina, combustible y apagones constantes, Cuba está sumida en su peor crisis económica en tres décadas debido al endurecimiento del embargo de Estados Unidos, vigente desde 1962, pero también a las debilidades estructurales de su economía planificada.En Alturas de La Lisa, el ama de casa Saray López, de 49 años, lleva “más de un mes sin agua” y está desesperada.
“Con tantos problemas que tenemos, ya esto le puso la tapa al pomo. Ya esto es demasiado”, se queja.En una carreta tirada por una yegua, un amigo le trajo dos tanques de 200 litros de agua cada uno, pero López calcula que, incluso “ahorrándola al máximo”, le dará “para dos días”, porque en la casa hay siete adultos y dos niños.Asimismo, se trabaja en el reemplazo de las redes de abastecimiento dañadas. Según cifras oficiales, en 2018 el 50% del agua que se bombeaba en la isla se perdía por salideros.
La escasez de combustible que enfrenta Cuba genera problemas en cascada por ser insuficiente para alimentar las plantas hidroeléctricas generadoras de la electricidad necesaria para las bombas distribuidoras de agua y para movilizar los camiones cisterna que proveen a unas 300.000 personas en la isla, según cifras oficiales.En una isla con un salario medio de 5.000 pesos (42 dólares), el precio ilegal del líquido que contiene un camión de este tipo ronda los 25.000 pesos (208 dólares). Muchas veces las personas se juntan para adquirir el valioso recurso.
“Aquí nunca han mandado un pipa”, reclama Luis Imbert, un empleado de 59 años de una policlínica en La Lisa. “No hay una pipa, no hay una respuesta” oficial, sentencia, muy molesto.
(AFP)COMPARTIR:
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!