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El supuesto suicida, que se subió a la cúpula de la abandonada confitería El Molino, frente al Congreso Nacional, para llamar la atención acerca de su reclamo de justicia por el asesinato de su hijo, hace dos años y medio en la localidad bonaerense de Quilmes, fue identificado como Marcelo Novillo.

Novillo, que ya había hecho algo similar hace un año y medio encadeándose a los Tribunales de Quilmes, exige que se esclarezca el homicidio de Adrián, que entonces tenía 16 años. El adolescente fue atacado a golpes por una patota a la salida de una disco de la avenida Calchaquí, y falleció 13 días después.

Los agresores nunca fueron detenidos y su progenitor busca por todos los medios llamar la atención de las autoridades para que tomen cartas en el asunto.

En un principio, la situación de Novillo en lo alto de El Molino, hizo pensar que se trataba de un potencial suicida, al punto que los bomberos colocaron colchonetas inflables sobre avenida Rivadavia y Callao.

La cobertura de Crónica Televisión llevó todas las alternativas en vivo y en directo y se vivieron momentos de enorme tensión y dramatismo.